El verdadero cambio
Con un cambio de paradigma – nuestra manera de ver la realidad – todo cambia. Pongámonos un momento unas gafas con vidrios de color rojo y permitamos que la realidad se nos presente teñida de este color. Sabemos perfectamente que el cambio de color se debe al color del vidrio y que la realidad en sí no ha cambiado. ¿Pero cómo podemos estar tan seguros? La única representación de la realidad de que disponemos es una imagen mental, y una cosa tan sencilla como un vidrio coloreado es capaz de cambiarlo todo por completo.
El primer principio del hermetismo del que habla el famoso libro Kybalion del siglo XIX dice: “El Todo es Mente; el Universo es mental”. Entiendo que puede ser difícil aceptar esta afirmación tan radical, pero tal vez no hace falta ir tan lejos y podemos ponernos de acuerdo en que la única manera de acceder a lo que llamamos realidad es a través de un constructo mental, una interpretación mental de los estímulos sensoriales.
No hace tanto tiempo era obvio que la tierra era plana, hoy en día es obvio que es redonda. ¿Y mañana? Será obvio que… Suponemos que la tierra es la misma y lo que ha cambiado son nuestras gafas, los paradigmas según los cuales entendemos nuestra realidad. Cambiando el paradigma todo cambia. Y encima, es obvio. ¿Cómo no haberlo visto antes?